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Es periodista y escritor residente en Miami. Es autor de cinco libros de reportajes y viajes. www.elmarcopolodelorica.com .
Aruba es una encantadora isla holandesa, descubierta por la España de 1.499, con pleno sabor Caribe. Posee algo especial que la hace diferente y muy ideal para vacaciones perfectas. Sus playas se ubican entre las cinco mejores del mundo por lo amplias, limpias, seguras, la arena suave y los colores turquesas, verdes y azules del mar.
Sus pobladores son de origen europeo, africano o latinoamericano que hablan cuatro lenguas: papiamento la lengua materna, holandés —el idioma oficial— e inglés, aprendido en la escuela, y español fomentado por el entorno geográfico cultural y por ser una isla localizada a solo 25 kilómetros de la costa venezolana.
Aruba tiene restaurantes para todos los gustos y bolsillos. Los hay donde se come de manera informal en una terraza de madera a la orilla del mar o en un salón elegante con ingredientes importados de Europa y preparados por un chef de pergaminos internacionales. Su diversidad étnica es una muestra de Europa, África y América Latina.
Ofrece sol de 30 grados centígrados, 360 días del año, con atardeceres memorables que obligan a sacar cámara fotográfica y disfrutarlos desde un mar trasparente con aguas tibias los doce meses. En Oranjestad, su capital, se pueden encontrar tiendas de marcas famosas, almacenes de cadenas reconocidas, puestos de artesanía y calles y parques con atractivos para el visitante. Para los amantes del azar, los casinos más conocidos están en el Hotel Hyatt, Seaport, Marriot y Alhambra.
 “Me siento como en otro mundo”, exclamó un turista en medio del desfile callejero de comparsas y bandas que tocaban calipso, en San Nicolás, una noche de octubre pasado. Los periodistas invitados por la Oficina de Turismo de Aruba tuvimos una grata experiencia en esa atmósfera de fiesta multicolor entre gente entusiasta. San Nicolás, “donde se levanta el sol”, segunda ciudad de Aruba concentra la población afro y conserva construcciones de la arquitectura de los 40s. “El carnaval y el calipso fueron traídos en tiempos de la refinería por los inmigrantes de Trinidad Tobago y las islas británicas”, explicó un hombre cerveza en mano, en un kiosco. Recordaba la Stantard Oil fundada en 1924, que se convirtió en la más grande del mundo.
La isla es plana y no tiene ríos, sin embargo, en sus 193 kilómetros cuadrados, se recorre una diversidad de paisajes desértico, de colinas de 188 metros de altura, el Arikok National Park, terminal de cruceros, y campos de golf y de tenis. El vuelo de Miami al aeropuerto internacional Reina Beatriz fue de 2 horas 30 minutos. La isla tiene una población de 110.000 habitantes —25.000 colombianos—, y recibe un millón de visitantes al año. 65% del turismo procede de Norteamérica, 15% de Venezuela y el resto de otros lugares. “Los mejores hoteles del caribe los tiene Aruba”, dijo Oveida Kock, caleña, empleada de uno de los hoteles de la isla. Este es, asimismo, uno de los destinos favoritos de las propiedades de tiempo compartido. Por la hospitalidad de sus gentes, maravillas naturales, playas y días soleados, Aruba es un destino turístico de película.